SILENCIO ATRONADOR

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MIKI

En respuesta a TIEMPOS PASADOS

Querido Rhinus Michels:


Me gustaría comenzar nuestra ilusionante relación epistolar ofreciéndole un pequeño regalo, desde el cariño, en forma de poema haiku, para romper el hielo: 

 Fobias y filias. 
A cada socio del Barsa, 
le sobra una mica. 

Todo el argumentario culé va por el mismo pathway: filias, sentimientos, emociones, vísceras, potrañas© (e.d., entrañas podridas), y fobias. En el fondo, y podríamos extenderlo más allá del fútbol, se trata sólo de una crisis perenne de melancolía, o añoranza patológica por lo que nunca se tuvo (a diferencia de la nostalgia, que es la añoranza normal por algo que se tuvo y se perdió), que nubla vuestra capacidad de razonamiento e interpretación de la realidad. 

Porque, si vamos a los jodidos datos, si apelamos a la Precisión, no podremos más que estar de acuerdo en que el sacrosanto estilo de juego del Barsa, no es ni actual ni es del Barsa: 

- En el Barsa, lo empezó Cruyff, lo mejoró Van Gaal, lo perfeccionó Rijkaard... y lo saprofitó, primero, Guardiola, en un obsceno gesto de robo de propiedad intelectual; después, en lo que va de temporada, su Segundo, Tito, y, hasta que acabe, su Tercero (o el Segundo del Segundo) Roura 

- Fuera del Barsa, yo vi al Brasil de Sócrates jugarlo (y mucho más estético), pero también lo hacía la Naranja Mecánica, y, haciendo de la necesidad virtud, El Binguero (antes que Guardiola) en La Roja. (Pero no mezclemos conceptos, las selecciones y sus competiciones, es un animal diferente.) 

Pues bien, en estos 25 años, aproximadamente, el único elemento común de las poquísimas escuadras blaugranas que han conseguido realmente dominar con títulos es, ni más ni menos, el Factor Messi. Porque, por ejemplo, Xavi e Iniesta, o Pujol y Valdés, supuestas piedras angulares de los titulos últimos, ya habían fracasado en el Barsa antes de cristo, e.d., pre-Messi (nuestro buen Guti se los llegó a comer en alguna ocasión a ambos dos). Lo demás, ruido. Y, hablando de ruido y Messi, el jugador franquicia de este Barsa Triumphant, hay, al respecto, un "elefante en la habitación", del que todo el mundo es consciente de su existencia, pero que nadie señala con el dedo, verbaliza, propone, investiga, y objetiva. El sonido del silencio, en este punto, es atronador. 

Molécula de Somatropina

Si yo fuese Messi, o un directivo del Barsa, o un simple aficionado culé, sería el primer interesado en iluminar y quitar para siempre el manto de oscuridad que envuelve al beneficio profesional, en forma de una mayor estatura hasta los 169-170 cms actuales, que el pequeño Lio obtuvo con la administración de la hormona de crecimiento en su tierna infancia. No hablo de Lance Amstrong, hablo más bien de Oscar Pistorius. O de ninguno de los dos; o, quizás, de ambos. Realmente, no se sabe, pero, especialmente, no parece que haya suficiente interés en saber. 

¿Pug qué?"